Los valores de tensión de referencia podrían ser aún muy altos

Sufrir hipertensión implica, por definición, que tenemos los valores de tensión arterial elevados. Y todos sabemos que eso es malo. No notamos el efecto que tiene la enfermedad en nuestro cuerpo, pero nos han insistido una y otra vez que rebasar el límite promedio de 140/90 es una situación que, a la larga, perjudica los principales órganos del cuerpo, como el corazón o el cerebro. Un reciente estudio publicado por la Asociación Médica Americana revela que esos valores podrían ser incluso demasiado altos y que debemos poner un objetivo más bajo.

El trabajo analizó los resultados de 42 estudios clínicos sobre más de 140.000 pacientes con hipertensión o enfermedades coronarias, encontrando que cuando el umbral de la presión sistólica (la alta) se sitúa por debajo de 124, la incidencia de la cardiopatía aguda y la muerte súbita se reducían sustancialmente. Más concretamente, una reducción de sólo 10 puntos en la tensión, es decir bajar de 134 a 124 mm de Hg, llevaba aparejada un descenso de casi el 30% en las posibilidades de llegar a ese punto crítico.

Supongo que muchos de los que padecemos hipertensión llega un momento en que hacemos las pruebas con el tensiómetro en casa tomando como un alivio mediciones que no suban de 130 o 140/90. Pero esa sensación puede llevarnos a relajar los objetivos de dieta, ejercicio y pérdida de peso, pensando que estamos fuera de la zona de riesgo, cuando no es así. Aunque un descenso exagerado de la tensión puede acarrear otros problemas, como la hipotensión o el fallo renal, no debemos descansar en nuestro esfuerzo de reducir al máximo los valores medios de tensión si queremos una mayor calidad de vida a largo plazo.

Más información en JAMA Cardiology.